A | I | |
A GLORIA .Salvador Díaz Mirón | INACCESIBLELE. Amado Nervo | |
A MARÍA LA DEL CIELO. Antonio Plaza | ||
ANTE_UN_CADAVER . Manuel Acuña | ||
ASONANCIAS . Salvador Díaz Mirón | J | |
A BACO. Antonio Plaza | JUSTICIA. Salvador Díaz Mirón | |
C | L | |
COBARDIA . Amado Nervo. | LA CAÍDA DE LAS HOJAS.Fernando Celada LA LOCA DEL BEQUELO Ramón de Santiago |
|
COBARDE . Marcos Rafael Blanco Belmonte | ||
CONCIENCIA. Sergio Andrés Schiavini | LA VIDA ES SUEÑO
. Pedro Calderón de La Barca |
|
LA VOZ DEL INVÁLIDO . Antonio Plaza | ||
CRÁPULA .Antonio Plaza. | LIBERACIÓN. ¿¿¿...??? | |
CULTIVO UNA ROSA BLANCA. José Martí | LOS MOTIVOS DEL LOBO. Rubén Darío | |
D | LOS PADRES Y LOS HIJOS F. P. de A. | |
DESPECHO Antonio Plaza. | LOS ZAPATICOS DE ROSA | |
DOLCE FARNIENTE. Antonio Plaza | ||
DORMID TRANQUILOS. Baldomero Fernández M. | ||
DOS ENTIERROS. Antonio Plaza. | M | |
MADRIGAL. Gutierre de Cetina | ||
MANELIC. Antonio Médiz Bolio | ||
E | MADRE NATURALEZA. Manuel Gutiérrez Nájera | |
EL BRINDIS DEL BOHEMIO. Guillermo Aguirre y Fierro | MIRADA RETROSPECTIVA Guillermo Blest Gana | |
EL CRISTO DE MI CABECERA. Rubén C. Navarro | N | |
EL GAVILÁN Y EL HOMBRE ? | NO CLAUDIQUES. Rudyard Kipling | |
EL MOCOSUELO ? | O | |
EN PAZ.Amado Nervo | OJOS DE PINTOR. Tomás Uscanga Constantino. | |
EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS | P | |
ÉSTE ERA UN REY. Juan de Dios Peza. | PARA ENTONCESanuel Gutiérrez Nájera. | |
EPIGRAMAS Ernesto Cardenal | PAQUITO Salvador Díaz Mirón. | |
EL AMOR William Schakespeare | PAX ANIMAE. Manuel Gutiérrez Nájera. | |
G | POBRE DE MÍ. Antonio Plaza. | |
GRATIA PLENA. Amado Nervo. | PORQUÉ ME ALEJÉ DEL VICIO. Carlos Rivas Larraui | |
Q | ||
QUÉ RAZÓN TENÍAS PAPÁ | ||
H | R | |
HAMLET (monólogo). Wiliam Shakespiare | REDONDILLAS. Sor Juana Inés de la Cruz | |
HIJO Rudyiard Kipling | REÍR LLORANDO . Juan de Dios Peza | |
RENUNCIACIÓN. Amado Nervo. | ||
RETO . Julio Flores | ||
RUEDAS DE MOLINO Antonio Plaza. | ||
S | ||
SI . Rudyard Kipling | ||
SI TÚ ME DICES VEN. Amado Nervo | ||
SUAVE PATRIA. Ramón López Velarde | ||
SIN PERDÓN Y SIN RENCORES. M. B.Carrasco | ||
SONETO A UNA NARIZ Francisco de Quevedo | ||
V | ||
VOLVERÁN LAS OBSCURAS GOLONDRINAS. G. A. B. | ||
zz | ||
a Mademoiselle Marie: José Martí
Hay sol bueno y mar de espuma,
Y arena fina, y Pilar
Quiere salir a estrenar
Su sombrerito de pluma.
-«¡Yaya la niña divina!»
Dice el padre, y le da un beso.
-«¡Vaya mi pájaro preso
A buscarme arena fina!»
-«Yo voy con mi niña hermosa»-
Le dijo la madre buena.
«¡No te manches en la arena
Los zapaticos de rosa!»
Fueron las dos al jardín
Por la calle del laurel:
La madre cogió un clavel
Y Pilar cogió un jazmín.
Ella va de todo juego,
Con aro, balde y paleta.
El balde es color violeta;
El aro es color de fuego.
Vienen a verlas pasar:
Nadie quiere verlas ir:
La madre se echa a reir,
Y un viejo se echa a llorar.
El aire fresco despeina
A Pilar, que viene y va
Muy oronda: «Dí, mamá:
¿Tú sabes qué cosa es reina?»
Y por si vuelven de noche
De la orilla de la mar,
Para la madre y Pilar
Manda luego el padre el coche.
Está la playa muy linda:
Todo el mundo está en la playa:
Lleva espejuelos el aya
De la francesa Florinda.
Está Alberto, el militar
Que salió en la procesión
Con tricornio y con bastón,
Echando un bote a la mar.
¡Y qué mala, Magdalena,
Con tantas cintas y lazos,
A la muñeca sin brazos
Enterrándola en la arena!
Conversan allá en las sillas,
Sentadas con los señores,
Las señoras, como flores,
Debajo de las sombrillas.
Pero está con estos modos
Tan serios, muy triste el mar:
¡Lo alegre es allá, al doblar,
En la barranca de todos!
Dicen que suenan las olas
Mejor allá en la barranca,
Y que la arena es muy blanca
Donde están las niñas solas.
Pilar corre a su mamá:
-«¡Mamá, yo voy a ser buena;
Déjame ir sola a la arena:
Allá, tú me ves, allá!»
-¡«Esta niña caprichosa!
No hay tarde que no me enojes:
Anda, pero no te mojes
Los zapaticos de rosa».
Le llega a los pies la espuma:
Gritan alegres las dos:
Y se va, diciendo adiós,
La del sombrero de pluma.
¡Se va allá, donde ¡muy lejos!
Las aguas son más salobres,
Donde se sientan los pobres,
Donde se sientan los viejos!
Se fue la niña a jugar,
La espuma blanca bajó,
Y pasó el tiempo, y pasó
Un águila por el mar.
Y cuando el Sol se ponía
Detrás de un monte dorado.
Un sombrerito callado
Por las arenas venía.
Trabajaba mucho, trabajaba
Para andar; ¿qué es lo que tiene
Pilar, que anda así, que viene
Con la cabecita baja?
Bien sabe la madre hermosa
Por qué le cuesta el andar;
-«¿Y los zapatos, Pilar,
Los zapaticos de rosa?
-«¡Ah, loca! ¿en dónde
estarán?
¡Dí, dónde, Pilar!» -«Señora-
Dice una mujer que llora-,
¡Están conmigo; aquí están!»
-«Yo tengo una niña enferma
Que llora en el cuarto obscuro,
Y la traigo al aire puro
A ver el Sol, y a que duerma.
«Anoche soñó, soñó
Con el cielo, y oyó un canto:
Me dió miedo, me dió espanto,
Y la traje, y se durmió.
«Con sus dos brazos menudos
Estaba como abrazando;
Y yo mirando, mirando
Sus piesecitos desnudos.
«Me llegó al cuerpo la espuma,
Alcé los ojos, y ví
Esta niña frente a mí
Con su sombrero de pluma.
«¡Se parece a los retratos
Tu niña» -dijo-. «¿Es de cera?
¿Quiere jugar? ¡Si quisiera!...
¿Y por qué está sin zapatos?
-«Mira: ¡la mano le abrasa,
Y tiene los pies tan fríos!
Oh, toma, toma los míos;
Yo tengo más en mí casa!»
«No sé bien, señora hermosa,
Lo que sucedió después:
¡Le ví a mi hijita en los pies
Los zapaticos de rosa!»
Se vió sacar los pañuelos
A una rusa y a una inglesa;
El aya de la francesa
Se quitó los espejuelos.
Abrió la madre los brazos.
Se echó Pilar en su pecho,
Y sacó el traje deshecho,
Sin adornos y sin lazos.
Todo lo quiere saber
De la enferma la señora:
¡No quiere saber que llora
De pobreza una mujer!
-«¡Si, Pilar, dáselo! Y eso
También! ¡Tu manta! ¡Tu anillo!
Y ella le dió su bolsillo:
Le dio el clavel, le dió un beso.
Vuelven calladas de noche
A su casa del jardín,
Y Pilar va en el cojín
De la derecha del coche.
Y dice una mariposa
Que vió desde su rosal
Guardados en un cristal
Los zapaticos de rosa.
a Mademoiselle Marie: de José Martí
Poesía enviada por "Patrica Stajszczyk"
Conciencia nunca dormida
Mudo y pertinaz testigo
Que no dejas sin castigo
Ningún crimen en la vida.
La Ley calla, el mundo olvida,
Más ¿quién sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
Que a solas con el pecado,
Fueras tú para el culpado
Juez, delator y verdugo.
Sergio Andrés Schiavini
Poesía enviada por "Patrica Stajszczyk"
De tanto ver al mundo
con ojos de pintor
mis ojos son ya lienzos
donde dibuja Dios.
Tomás Uscanga Constantino.
Poesía enviada por "Patrica Stajszczyk"
POESÍA ENVIADA POR:
EDUARDO PIECK
REDONDILLAS
Arguye de inconsecuentes el gusto
y la censura de los hombres que en
las mujeres acusan lo que causan
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y
Sor Juana Inés de la Cruz
(Juana de Asbaje y Ramírez; ¿1648?-1695)
ÍNDICE
Poema enviado por Jorge E. Orozco
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Si puedes estar firme cuando en tu derredor
todo el mundo se ofusca y tacha tu entereza;
si cuando dudan todos, fías en tu valor,
y al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza;
si puedes esperar y a tu afán poner brida,
o blanco de mentiras esgrimir la verdad,
o siendo odiado, al odio no dejarle cabida
y ni ensalzas tu juicio, ni ostentas tu bondad;
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve
tu rey;
si piensas, y el pensar no amengua tus ardores;
si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como a dos impostores;
si puedes soportar que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados,
y mirar hecha trizas tu adorada quimera,
y tornas a forjarla con útiles mellados;
Si todas tus ganancias poniendo en un montón,
las arriesgas osado en un golpe de azar,
y las pierdes y luego, con bravo corazón,
sin hablar de tus pérdidas vuelves a comenzar;
si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlos cuando en ti todo flaquea,
menos la voluntad que te dice: ¡Adelante!
Si entre la turba das a la virtud abrigo;
si marchando con reyes, del orgullo has triunfado;
si no pueden herirte ni amigo ni enemigo;
si eres bueno con todos, pero no demasiado,
y si puedes llenar los preciosos minutos
de sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la tierra y todos sus codiciados frutos,
y lo que es más importe, serás Hombre, hijo mío.
Rudyard Kipling
El siguiente es un poema que me han enviado Héctor y Ofelia
No es amor el amor
que al golpe de la suerte se doblega
o que cambia de ruta
como gira versatil la veleta
El amor es un fuego que troquela
y marca para siempre
Un mastil al que azota la tormenta
y erguido permanece
El engaño del tiempo palidece
el carmin de los labios
y el vivido rubor de las mejillas
Mas del amor no apaga
el fuego que en la entraña
esta encendido
Al amor no lo vence
el agobio del tiempo
entre las horas
que su hoz va tronchando
ni el curso de los dias
que a su paso deshoja el calendario
Su poder; solo cede ante la muerte.
William Schakesperare
ÍNDICE
Si tienes alguna poesía o alguna sugerencia y quieres que la despliegue, no dudes en enviármela a mi correo personal. tomas@guitron.net
Qué razon tenias papá,
cuando me dijiste que a mi edad
aún no estaba preparado para controlar mi vida,
que era yo muy joven,
que esperara un poco más de tiempo
y luego tú mismo me ayudarías a independizarme.
y, sin embargo… preferí no escucharte…
te dejé con la palabra en la boca,
y me fui de la casa,
según yo, a comerme al mundo a rebanadas.
Repetiste una y otra vez que tú y mi mamá sólo querían
lo mejor para mí,
y que sus regaños no eran por desamor…
trataste de explicarme que la comprensión
no era darme siempre la razón;
pero, a pesar de ello,
en muchas ocasiones preferiste ceder, y callar;
con esa actitud tan consiliadora que adoptabas,
con tal de que yo no cumpliera mis constantes amenazas,
mientras yo los acusaba de ser los peores padres.
Qué Razón tenias Papá,
cuando te acercaste a mí,
y me suplicaste que viviera conforme a mi edad,
porque la juventud es como un suspiro del alma,
y cuando nos damos cuenta,
los años nos llevan ventaja;
me suplicaste que no abandonara la escuela
porque de ello dependería gran parte de mi vida en el futuro;
“no cometas el mismo error que yo, hijo”,
me dijiste en aquella ocasión,
y sin embargo mi respuesta fue:
“Tù que sabes de eso?
lo que pasa esque tú ya estas viejo…
No se cómo no te cansas de estarme dando sermones”…
fué por eso que, sólo llegué hasta la secundaria…
Recuerdo que mi madre me sentó cariñosamente
en sus piernas,
y me habló de las mujeres,
me explicó que una relación de pareja va más allá
de la atracción física,
y la pasión;
platicó cómo se conocieron y la manera en que la conquistaste,
de la forma en que se ama a los hijos,
del respeto hacia la esposa,
y el cariño con el que se le debe tratar,
y ya ves, papá,
apenas cumplí la mayoría de la edad y me tuve que casar,
por esa falta de responsabilidad…
Qué razón tenías papá,
que antes de marcharme de la casa,
intentaste detenerme,
y con lágrimas en los ojos me aclaraste:
“Algún día tú también serás papá,
y podrás entenderme, hijo”,
y en pago a eso te miré fijamente a los ojos y te dije:
“Yo sí seré un buen padre,
a mis hijos, no los estaré fastidiando tanto,
dejaré que sean los que ellos quieran,
y que sean felices”,
y en un tono más soverbio repetí:
“Yo voy a ser mejor que ustedes”.
Me aconsejaste que, pasara lo que pasara,
viviera como viviera, nunca me humillara ante los demás,
porque la dignidad no se vende, no se pierde,
y hasta la libertad tiene sus límites,
y apenas me sentí libre,
aproveché para emborracharme con mis amigos hasta desfallecer,
y desperté tirado en una calle, sucio, maloliente;
me atreví a pedir limosna
y ante la desesperación se me hizo fácil robar,
aunque me advertiste que mi enemigo no estaba en la casa,
sino en las calles,
disfrazado de falsos amigos,
absurdos placeres y dinero manchado…
Qué razón tenías papá,
cuando me adelantaste que si abandonaba el hogar,
mi madre moriría de pena y tristeza,
y yo ¿qué hice?… Me burlé de tí,
te aclaré que si eso sucedía sería por tu culpa,
por la vida tan estricta que nos dabas,
por las exigencias y por tu concepto de la disciplina y la responsabilidad,
porque cuando llegabas a la casa hacias llorar a mi madre con tus ridículos
obsequios,
cuánto tiempo me tardé en comprender que esas lágrimas,
eran de alegría, y no de dolor o tristeza…
Un día, me tomaste entre tus brazos y me dijiste
muy quedito al oido
esas cosas que aún guardo en mi corazón:
“ojalá nunca crecieras, hijo mío,
ojalá siempre fueras mi pequeñito y yo siguiera siemdo tu héroe
para toda la vida,
imaginar, que siempre tendrás 6 años”,
pero ya ves, papá,
hoy me arrepiento de todas esas palabras contra tí,
de mis actos que tanto te dañaron,
de tantas noches que te tuve a ti y a mi mamá en vela por no llegar de
la fiesta,
de las mentiras malarmadas que inventaba con tal de no escuchar tus sabios consejos,
de recordar cómo te humillaste varias veces frente a mí,
con tal de que yo tuviera esa falsa razón;
de pisotear tu dignidad con mis gritos y reclamos,
y cientos y cientos de reproches en contra de ese cariño incondicional…
Mírame ahora, papá,
sentado en una sala de hospital,
lleno de angustia,
esperando noticias sobre la salud de mi hijo,
ese… al que yo iba a educar…
mejor que tú a mi,
sí… también él se sintió grande,
a pesar de mis consejos decidió no escucharme y,
hacer su propia vida como lo hice yo,
le pido a Dios que me ayude,
y a tí, mi gran héroe de siempre,
que ojalá me hayas perdonado… todo….
me costó mucho tiempo, dolor, y sufrimiento,
pero despues de tantos años,
logre entender que por fin te amé, papá,
más de lo que yo creía…
Qué Razón tenías, Papá…
Autor: Mariano Osorio
Al llegar a la página postrera
De la tragicomedia de mi vida
Vuelvo la vista al punto de partida
Con el dolor de quien ya nada espera.
Cuánta noble ambición
que fue quimera
Cuánta bella ilusión desvanecida
Sembrada está la senda recorrida
Con las flores de aquella primavera.
Pero en esta hora lúgubre, sombría,
De severa verdad y desencanto,
De supremo dolor y de agonía.
Es mi mayor pesar en mi quebranto,
No haber amado más, yo que creía,
Yo que pensaba haber amado tanto.
Guillermo Blest Gana.
Al perderte yo a ti, tú
y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras lo que yo más amaba,
y tú, porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos, tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Ernesto Cardenal.
Maunel Gutiérrez Nájera
Madre, madre, cansado y soñoliento
quiero pronto volver a tu regazo;
besar tu seno, respirar tu aliento
y sentir la indolencia de tu abrazo.
Tú no cambias, ni mudas,
ni envejeces;
en ti se encuentra la virtud perdida,
y tentadora y joven apareces
en las grandes tristezas de la vida.
Con ansia inmensa que mi ser consume
quiero apoyar las sienes en tu pecho,
tal como el niño que la nieve entume
busca el calor de su mullido lecho.
!Aire! ¡más luz,
una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!
Abre, por fin, hospedadora muda,
tus vastas y tranquilas soledades,
y deja que mi espíritu sacuda
el tedio abrumador de las ciudades.
No más continuo batallar:
ya brota
sangre humeante de mi abierta herida,
y quedo inerme, con la espada rota,
en la terrible lucha por la vida.
¡Acude madre, antes que
perezca
y bajo el peso, del dolor sucumba;
abre tus senos, y que el musgo crezca
sobre la humilde tierra de mi tumba!
¿SABES LO QUE ES UN SUSPIRO?
¿Sabes lo que es un suspiro?
¡Un beso que no se dio
¡Con cadena y cerrojos
los aprisionan severos,
y apenas los prisioneros
se me asoman a los ojos!
¡Pronto rompen la cadena
de tan injusta prisión,
y no mueren más de pena
que ya está de besos llena
la tumba del corazón!
¿Qué son las bocas?
Son nidos.
¿Y los besos? ¡Aves locas!
Por eso, apenas nacidos,
de sus nidos aburridos
salen buscando otras bocas.
¿Por qué en cárcel
sepulcral
se trueca el nido del ave?
¿Por qué los tratas tan mal,
si tus labios de coral
son los que tienen la llave?
-Besos que, apenas despiertos,
volar del nido queréis
a sus labios entreabiertos
en vuestra tumba, mis muertos,
dice: ¡Resucitaréis!
Manuel Gutiérrez Nájera
ÍNDICE
si conoces alguna poesía o tienes
algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
¿Rencores?
¿porqué rencores?
No le va a mi señorío,
¿guardarle rencor a un río
que fue regando mis flores?;
Tú me diste los mejores
cristales de tu corriente
y no sería decente
maldecirte por despecho,
si tenemos el derecho
de dar o negar la fuente.
Debo
estarte agradecido
por tu generosidad,
tú me diste por bondad
lo que yo di por cumplido,
me brindaste tu latido,
tu transitorio amor loco,
¿que duró mucho? Muy poco,
tus ojos siempre empañados
y los potros alocados
del cariño que yo evoco.
Me
diste un beso, el primero,
que es el que más atosiga,
y me diste la fatiga
de un cariño verdadero;
me diste luna y estero,
tu corazón sin celaje,
pusiste todo el encaje
de tu caricia en mi pelo,
y me regalaste el cielo
con cinco hijos en el viaje.
Por
eso yo, bien nacido,
ni te odio ni te aborrezco,
al contrario, te agradezco
todo lo que me has querido;
ni me importa si te has ido
con tu barca hacia otro mar,
que yo no te puedo odiar
por esa simple partida
evitemos en la vida,
el compromiso de amar
Ni
te vengas a mi lado
Buscando el mutuo perdón,
el perdón es la razón
de volver a lo pasado;
y lo pasado, pasado,
que pasó porque pasó,
vivamos tú como yo
sin perdón y sin rencores
no revivamos dolores
que el tiempo ya sepultó
Manuel
Benítez Carrasco
Un enjambre de pájaros metidos
en jaula de metal guardó un cabrero
y a cuidarlos voló desde el
otero
la pareja de padres afligidos.
Si aquí: dijo el pastor, vienen
unidos;
sus hijos a cuidar con tanto esmero,
ver cómo cuidan a sus padres
quiero
los hijos por amor agradecidos.
Deja entre redes la pareja
envuelta
la puerta abre el pastor del duro alambre
cierra a los padres y a
los hijos suelta.
Huyó de los hijuelos el
enjambre;
y como en vano se esperó su vuelta
mató a los padres, el dolor y
el hambre.
Ramón de Campoamor.
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
|
||
Ni una palabra de dolor
blasfemo, No busques la constancia en
los amores, En mármol blanco tus estatuas
labra, El nombre; débil vibración
sonora, ¿A qué pedir justicia ni
clemencia, ¿A qué pedir la compasión
tardía En este mundo el único
consuelo, Huir del mar y ¡en
el dormido lago!, ¡Ay! Es verdad, que en el
honrado pecho,
|
Los mismos que de flores se
coronan; Acaso esos instintos heredaron
¿Eres acaso el juez? ¿El
impecable? ¿Quién no ha mentido amor y ha
profanado, Lástimas y perdón para los
vivos, ¿Padeces? Busca la gentil
amante, Mira, se aleja perezoso el
día, La luz cansada sus pupilas cierra,
|
Recordar... Perdonar... Haber
amado... Sentir eternamente la ternura,
Siempre escondido lo que más
amamos; Esa ha de ser la vida del que
piensa Corta las flores, mientras
haya flores, Ama y perdona. Con valor
resiste: Cuando el dolor mi espíritu
sombrea, Manuel Gutiérrez Nájera. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
El varón que tiene
corazón de lis, Bestia temerosa de sangre y de
robo, Fuertes cazadores armados
de hierros, Francisco salió, al lobo buscó
en su madriguera,
—¡Como! —Exclamó el santo,
Y el gran lobo humilde: —es
duro el invierno Francisco responde: —Ante el Señor que todo ata y
desata, El lobo tendió la pata al
hermano Fueron a la aldea, la gente
veía, Francisco llamó a la gente a
la plaza —Así sea
|
Salía a la calle, Un día, Francisco se ausentó,
Cuando volvió al pueblo el
divino santo, —En nombre del padre del sacro
universo,
mas empecé a ver que en todas
las casas
Y así me apalearon y me
echaron fuera Y recomencé a luchar aquí,
El santo de Asís no le dijo
nada, Rubén Darío.. |
Era un reloj de sol mal encarado,
Érase una alquitara pendativa,
Érase un elefante boca arriba,
Era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una
galera,
Érase una pirámide de Egipto,
Las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
Grandísima nariz, nariz tan fiera,
Que en la cara de Anás fuera delito.
Francisco de Quevedo.
|
Suelta ese pollo, ¡maldito!
Pero el gavilán ahíto,
|
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Viendo a Garrick, actor de la
Inglaterra, Víctimas de su esplín los
altos Loores, Una vez, ante un médico
famoso, —Viajad y os distraeréis.
|
—Me
deja—agrega el médico— —Y a mí, ¿me hará reír? Cuantos hay que cansados de la
vida, ¡Ay! cuántas veces al reír se llora Si se muere la fe, si huye la
calma, El carnaval del mundo engaña
tanto, Juan de Dios Peza. |
Bajo la sombra de saúz
añoso,
en un albergue rústico, apartado; se hallan: un joven de naciente bozo, y un viejo descreído, mutilado. Los surcos en la frente
marchitada, El apuesto garzón, el casi
niño, Conque Adrés, vas a
partir, En el revuelto océano No cual clérigo profundo,
No de ilusiones que halagan
Franklin dijo en parte alguna,
No creas consejos ni apólogos,
Yo no te aconsejo el vicio,
Y ya que tus tiernos años
También locas ilusiones,
Por eso en estulta calma,
Tú vas a la corte, allí,
Obra mucho y cierra el labio,
Es la Corte cosa brava,
Tú allí con muy buenos modos
Que mascarada completa Allí el afeite es aseo,
Allí en duda haz de poner,
Allí todo es falsedad,
Todos quieren que su nombre,
Que de aquella sociedad
El hombre, tenlo presente,
|
Ese tránsito empalaga, Y magüer* razón te
sobre, Mas si das a la indigencia,
Saber dar es gran virtud,
Hay favores tan sin gracia,
Hay muchos que dan los
suyo, Nunca des con mira doble,
La desgracia lenifica Tus apuros si los tienes,
Nunca vistas con descuido,
Tu lujo siempre modera, Cuida y no te faltará, Ten siempre el bolsillo a tasa
Del placer haz poco uso Por si acaso en sueño cálido,
Allá en mis años mejores,
Del patriotismo la flama
El éxito no fue malo,
Cubierto de gloria chico,
Otros con férvido arrojo,
Así es la guerra maldita,
Vengué yo ajenos agravios;
No seas de los que combaten,
A la guerra Andrés no vayas,
*=manque,= aunque (del español antiguo) |
Está la patria hecha trizas
Es un loco temerario Si por figurar te apuras,
No te oirán si no te encorvas,
Para que a ciegas no andes,
La dignidad no conviene,
Si no estás en gran bonanza,
El amor es gran locura, El consorcio en conclusión
Nunca el marido descansa Tú pondrás del Ara encima,
Es feliz quien por
fortuna, Amor es mentida flama, Mas si tú afectos deseas,
Con experiencia lo digo,
Los que el mundo desconocen,
En cualquier situación seria,
La amistad es falso cobre,
La amistad en conclusión,
Quien fuere en la vida cero,
Mejor que un peso, ten dos;
Un instante después por el
camino, Cuando ni el polvo que el
corcel alzara —¿Y qué será de ti? —Clamó el
anciano— La lucha con el mundo no te
asombre, Jamás el hombre del destino
obscuro,
|
Hijo, ¿crees que un ángel insurgente
se cayó del infierno en las parrillas?
¿Crees que Adán parió por las costillas
y que Eva dialogó con la serpiente?
¿Crees que pecas porque aquella gente
una manzana se comió a hurtadillas?
¿Crees que Jericó hízose astillas
al sonar del clarín la voz valiente?
¿Crees que Josué al astro más visible
detuvo, y que un profeta nada romo,
voló con su carreta combustible?
¿Crees que me ilumina el dios palomo?
¿Crees, en fin, que el Papa es infalible?
—Sí, tata cura; pero no la como.
Antonio Plaza Llamas
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Es la
vida risa y llanto; Y veo con placer profundo
Si a tanto loco perverso
En las necias bataholas
Cada edad ¡Oh contrtiempo!
Porque la vida en verdad,
Y la historia,
ese vestiglo, Hoy como antes diviniza Entre brumas tenebrosas
Lo absurdo
con lo divino Siempre necio ha sido el
hombre, |
La
humanidad con su idea Yo diré a quien me pregone:
En vano las gentes chocan
“Nihil sub sole
novum” dijo, En la vida, todo es nada,
Es un
carnaval, reímos El mundo en fin, es sendero,
Porque todos pasan sobre - La seda es más que el
estambre, En este mundo fullero
|
Para el pobre no hay placer,
Los que con gran desparpajo
El matrimonio es materia
La
sociedad es convite Al pobre le importa un mico,
¿Os place ser libre? ¡Bravo!
El que roba con trompeta ¡Oh! Cuántos de esos señores
¿Qué es un héroe en su
grandeza? Vive pobre aún siendo honrado,
Aunque el hombre nazca probo,
En suma el mundo ruín,
Antonio Plaza. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Sabedlo soberanos y vasallos,
próceres y mendigos,
nadie tendrá derecho a lo superfluo,
mientras
alguien carezca de lo estricto.
Lo que llamamos caridad y
ahora
es sólo un móvil íntimo,
será en un porvenir lejano o próximo,
el resultado del deber escrito.
Y la equidad se sentará en el
trono
de que huya el egoísmo,
y a la ley del embudo que hoy impera,
sucederá la ley del equilibrio.
Salvador Díaz Mirón.
Semejante al nocturno peregrino, Vanas son las imágenes que entraña En medio de este vórtice que crispa, Inútil es que con tenaz murmullo,
|
Fiado en el instinto que me empuja, Erguido bajo el golpe en la porfía, Deja que me persigan los abyectos, El mal es el teatro en cuyo foro, Alumbrar es arder, estro encendido
|
Los claros timbres de que estoy ufano, Fuerza es que sufra mi pasión, la palma Depón el ceño y que tu voz me arrulle, Confórmate mujer, que hemos venido
|
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
|
Raudo el buque navega en la
toldilla, Y mientras gime abajo el
cargamento, ¿Una historia pedís? Ahí va la
mía,
|
Yo fui un cobarde sí, porque
yo amaba, No sé si su adulterio o mi cariño,
Breves fueron mis cándidos
amores,
|
A mi rival deshice a
machetazos,
J. M. Blanco Belmonte. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
|
Te equivocas te equivocas,
Si a la lucha me provocas,
|
Y entonces cuando rendida
Julio Flores. |
. ÍNDICE
Cuando nos unimos con
eternos lazos |
y el encanto vino y el
dolor se fue, pase lo que pase fuera
lo que fuera, Cuando sin amparo me
dejó en la vida
|
que ya nada nada me
consolaría Hoy que vivo solo, solo
en mi cabaña Rubén C. Navarro. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
¿Que si me cuadran?
Rite'harto, Desd'iantes que me casara,
Probesita de mi vieja,
Era una santa la prove Pero poco duró el gusto,
|
Dicen que jué’l corazón,
Me sentí disesperado, Entonces pa no pensar,
Al salir de mi trabajo,
|
Y ahistaba la tarugada,
|
—¿Qué te pasa? ¿Qué sucede?
Luego luego me dí cuenta Entonces con muncho susto
—No me pegues, no me pegues,
Desdintonces ya no bebo
Carlos Rivas Larraui. |
Indiferente a lo que el docto
escriba, Aquella maldición que Adán nos
trajo, por una chanza del Señor la
tomo; Antonio Plaza. |
No escuchar en mis últimos
instantes, Morir cuando la luz triste
retira Morir y joven antes que
destruya, Manuel Gutiérrez Nájera. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Aquí donde la rígida
experiencia Aquí donde derrama sus
fulgores Aquí donde la fábula enmudece,
Aquí donde la ciencia se
adelanta Ella que tiene la razón por
lema, Aquí estás ya tras de la lucha
impía, La luz de tus pupilas ya no
existe, Y suponiendo tu misión
cumplida,
|
Pero no; tu misión no está
acabada: Círculo es la existencia, y
mal hacemos La madre es sólo el molde en
que tomamos Pero ni es esa forma la
primera Tú sin aliento ya, dentro de
poco, y allí a la vida en
apariencia ajeno, Y al ascender de la raíz al
grano, Par volver quizás, cambiado en
trigo, En tanto que, las grietas de
tu fosa, Que en los ensayos de su vuelo
incierto, Y en medio de esos cambios
interiores, En cuyo cáliz brillará
escondida, |
La tumba es el final de la
jornada, Pero en esa mansión a cuya
puerta, Allí acaban la fe y el
pensamiento, Allí acaban los lazos
terrenales, Pero allí donde el ánimo se
agota, El poderoso y fecundante
abismo, Él recoge la masa únicamente,
La tumba sólo guarda un
esqueleto, Que al fin de esta existencia
transitoria, Manuel
Acuña.
|
Dormid tranquilos hermanitos míos,
dormid tranquilos padres algo viejos,
porque el hijo mayor vela en su
cuarto,
sobre la casa y el reposo vuestro.
Estoy despierto y escuchando todos
los ruidos de la noche y del silencio,
el suave
respirar de los dormidos,
alguno que se da vuelta en el lecho,
una media
palabra de aquel otro
que sueña en alta voz, el pequeñuelo
que se
despierta siempre a media noche
y la tos del hermano que está
enfermo.
Hay que educar a los hermanos
chicos,
y aseguraros días bien serenos
para la ancianidad oh padre y
madre:
dormid tranquilos que yo estoy despierto.
Baldomero Fernández Moreno.
.
ÍNDICE
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
El eco de sus risas se escapaba El humo de olorosos cigarrillos Era curioso ver aquel conjunto, A cada nueva libación, las penas
Pero en todos los rostros había risas,
Olvidaba decir que aquella noche, Una voz varonil gritó de pronto. —Yo brindo —dijo otra voz— por la
esperanza; Brindo porque ya hubiese a mi existencia
|
—¡Bravo! —Exclamaron todos— —Bebo y brindo —clamó el interpelado—
Brindo por el ayer, que en la amargura
—Yo brindo —dijo Juan— porque en mi mente
Brindo porque mis versos cual saetas:
Porque a su corazón llegue mi canto,
Siguió la tempestad de frases vanas, Se brindó por la Patria, por las flores,
Sólo faltaba un brindis, el de Arturo,
|
Por todos estrechado alzó su copa,
—Brindó por la mujer, mas no por esa Por la mujer que me enseñó de niño, Por mi madre bohemios, por la anciana
Por la anciana adorada y bendecida, Por ella brindo yo, dejad que llore Por la anciana infeliz que gime y llora
El bohemio calló. Ningún acento Guillermo Aguirre y Fierro. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
ÍNDICE
EN PAZ.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque
nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos ni pena
inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo
camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las
mieles o la hiel de las cosas,
fue que en ellas puse hiel o mieles sabrosas;
cuando sembré rosales coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el
invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda,
largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi
faz.¡
Vida nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo.
MADRIGAL.
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay! Tormentos rabiosos.
Ojos claros, serenos...
ya que así me miráis,
¡miradme al menos!
Gutierre de Cetina.
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Bajó de los picachos a la llanura un día, Arriba dejó todo cuanto su vida era, ¡La amada, la hembra llena de suavidad, aquella Y así vibrante bajo las pieles de su sayo, ¡Y allí, en la tierra baja, en la tierra del amo,
Y supo que allí lejos de los hoscos
rediles ¡Y supo que su amo, el amo que le daba |
¡Supo algo más horrible: la mujer de su sueño Entonces, entre el asco de toda la mentira, ¡ No pudo más! Y un día se alzó contra el tirano ¡Oh Manelic! ¡Oh plebe que vives sin conciencia ¡Cuando entre la impudicia de los hombres te
sientas, ¡No lamas como un perro la mano que te ata! ¡Oh Manelic! ¡Oh plebe que vives en la altura! Antonio Médiz Bolio. |
NO CLAUDIQUES.
Si en la lid el destino te derriba,
si en tu camino todo es cuesta arriba,
si tu sonrisa es ansia insatisfecha,
si hay inmensa faena y ruin cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques;
¡DATE UNA TREGUA, PERO NO CLAUDIQUES!
(fragmento)
Rudiard Kypling
NO CLAUDIQUES
Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino, solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
y precises sonreír cuando tengas que llorar.
Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir
cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir,
cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir
descansar acaso debes pero nunca desistir.
Tras las sombras de la duda, ya plateadas ya sombrías
puede bien surgir el triunfo, no el fracaso que temías,
y no es darle a tu ignorancia figurarse cuan cercano
puede estar el bien que anhelas, y que juzgas tan lejano
lucha, lucha pues por mas que tengas en la brega que sufrir
cuando todo este peor, mas debemos insistir.
Rudyar Kipling
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
|
Pero altivo en mi tormento,
Dicen que todo mortal,
|
Mas no tiene suerte igual,
Salvador Díaz Mirón. |
CULTIVO UNA ROSA BLANCA.
Cultivo una rosa blanca,
en junio como
en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca;
mas para el
cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardos ni ortigas
cultivo...
cultivo una rosa blanca.
José Martí
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
IX.
|
Antonio Plaza. |
Tú que fuiste del verbo la
elegida, Tú que ciñes diadema
resplendente, Y es de luceros tu brillante
alfombra, Y llenos de ternura y de
contento, Tú que la Gloria omnipotente
huellas, Aquí me tienes a tus pies
rendido, Si bien, dentro del alma he
sollozado, |
Y cero nulo el la social
partida, Y solo por doquier, sin un
amigo, Pero su orgullo el corazón
arranca, Si eres oh virgen, embustero
mito, ¡Ay de mí!, sin creencias en
la vida, Dale señora por piedad
ayuda, Si hay
otra vida de ventura y calma, El alma de una madre es
generosa, Y de noche en mi lecho se
sentaba, Y ya dormido te miraba en
sueños, |
Mi juventud señora vino luego,
Es amarga y tristísima mi
historia, Y yo que tantas veces te
bendije, Quise encontrar a mi dolor
remedio Y viejo ya, marchita la
esperanza, Dile que horrible la expiación
ha sido, Si siempre he de vivir en la
desgracia, Perdón al que blasfema en su
agonía, Quiero el llanto verter de que
está henchido Si comprendieras lo que sufro
ahora. Antonio
Plaza. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Pobre de mí, para el dolor
nacido, Pobre de mí, sin esperar
ventura, Pobre de mí, con los pesares
lidio, Pobre de mí, la mente
voladora, Pobre de mí, el alma que
atrevida, Pobre de mí, el ánima tan
llena
|
Pobre de mí, tormentos muy
atroces, Pobre de mí, no arrancan un
gemido, Pobre de mí, emponzoñada
herida, Pobre de mí, el llanto
comprimido, Pobre de mí, en mi fatal
carrera, Pobre de mí; al que se muere
envidio,
Pobre de mí, hasta que yo
sucumba, Antonio Plaza.
|
DOS ENTIERROS..
Asomado al balcón vi que pasaba
un gran
entierro, su cortejo ingente,
con pompa funeral, muy lentamente,
invadiendo tres calles desfilaba.
Y más tarde pasó. ¿Pasó? ... Volaba:
otro entierrillo rápido, impaciente,
iba el muerto en arcaz, hasta
indecente,
y nadie al muerto aquél acompañaba.
Comparando pensé: yo no me explico
lo que hay tras de la muerte, mas diría:
que el pobre que la teme es un
borrico.
Que si la muerte da con saña impía
fin a la vida cómoda del rico,
también da fin del pobre a su agonía.
Antonio
Plaza.
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Ven mi Juan y toma asiento
Así estás bien, eso es,
Éste era un Rey... me maltrata
Si vieras con qué placer
Y, ¿mi dolor te da risa?
Oír atento es la ley Me da tormentos crueles Responde ¿me haz de escuchar?
Mas ¿ya estás quieto? Sí, sí.
|
|
Y agrega el niño que es ducho
Y de besos me da un ciento Basta con entretener Con leguaje grato o rudo, Infeliz el que se escama Oh Juan, me alegra y me agrada
Juan de Dios Peza.
|
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
ÍNDICE
SI TÚ ME DICES VEN.
Si tú me dices ven, lo dejo todo,
no volveré
siquiera la mirada
para buscar a la mujer amada;
pero dímelo fuerte, de
tal modo,
que tu voz como toque de llamada,
vibre en el más íntimo
recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera al corazón como una
espada.
Si tú me dices ven, todo lo dejo,
llegaré a tu santuario casi
viejo
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi
retardo,
difundiéndome ¡oh Cristo! Como un nardo
de perfume sutil ante
tu altar.
Amado Nervo.
Dios es inaccesible al instrumento
científico,
al crisol y a la retorta;
pero es siempre accesible para el
alma.
Jamás despejarán su inmenso enigma,
la suficiencia y el
orgullo humanos
cual si fuese ecuación. El telescopio
no habrá de
sorprenderle entre los orbes
ni la lente del ultramicroscopio
le
encontrará en las células.
Él dio su ley al Universo y calla,
recatando su faz en lo
absoluto.
Pero que el triste y conturbado espíritu
le busque como el
"súmum" de los bienes
y allá en lo más profundo de sí mismo,
la voz
maravillosa del abismo
le dirá con amor —aquí me tienes.
Amado Nervo.
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Ser o no ser; he ahí el dilema,
¿qué es más noble? ¿Soportar el alma los duros tiros de la adversa suerte, o
armarse contra un mar de desventuras, hacerles frente, y acabar con
ellas?.
Morir, dormir... no más. ¿Pensar que un sueño que da fin a las
angustias y mil males que hereda nuestra carne es meta digna de ser íntimamente
deseada?.
Morir... dormir... dormir... soñar acaso. He ahí el tropiezo. El
pensar, qué sueños podrán sobrevenir en aquel hondo letargo de la muerte cuando
el alma, este mortal despojo haya arrojado, por fuerza ha de ser parte a
detenernos.
Esa es la reflexión que a la desdicha tan larga vida da. Pues,
¿quién sufriera del tiempo la irrisión y vil escarnio, del opresor el yugo, los
ultrajes del orgulloso, el ansia, los tormentos de un mal pagado amor, de la
justicia la lentitud, del mando la insolencia, el menosprecio con que aleve
trata la indignidad al mérito paciente, pudiendo por sí mismo procurarse con un
puñal reposo? ¿Quién llevara gravosas cargas, quién gimiera triste, sudando bajo
el peso de esta odiosa, cansada vida, si el temor que infunde algo desconocido
tras la muerte (aquella ignota tierra, cuyos lindes no vuelve a traspasar
viandante alguno) no confundiese el alma y nos hiciese; antes sufrir los males
que nos cercan que huir en busca de otros que ignoramos?
Así en cobardes nos
convierte a todos tremenda la conciencia; así se apaga el fuego natural de la
osadía, de la prudencia al pálido reflejo. Por eso empresas de importancia suma,
y llenas de vigor, mudan camino y de hecho nombre pierden...
W.
Shakespeare.
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
LA CAÍDA DE LAS HOJAS
Murió aquella mujer con la
dulzura Espera, —me decía suplicante—
Espera la llegada de las
brumas, Hoy no te vayas, alejarte
fuera,
|
Entonces desplomando tu cabeza
No te vayas por Dios; hay
muchos nidos Deja que nuestras almas
soñadoras, ¿No ves cómo el amor late y
anida Me da pena morir siendo tan
joven
|
Nunca, ¡jamás!... en mi
postrer regazo ¡Ay! Tanto amor para tan breve
instante. No te alejes de mí, que estoy
enferma,
Fernando Celada. |
¡Oh! Sidharta Gautamma Tú
tenías razón,
las angustias nos vienen del deseo.
El Edén consiste en no
anhelar,
en la renunciación completa,
irrevocable de toda posesión,
quien no desea nada donde quiera está bien.
El deseo es un vaso de infinita
amargura,
un pulpo de tentáculos insaciables que al par
que se cortan,
renacen para nuestra tortura.
El deseo es el padre del esplín, de la hartura
y hay en él más perfidias que olas haya en el mar.
Quien bebe como el Cínico* el agua
con la mano,
quien de volver la espalda al dinero es capaz,
quien ama
sobre todas las cosas al Arcano;
ése es el victorioso, el fuerte, el soberano
y no hay paz comparable con su perenne paz.
Amado
Nervo.
*Diógenes
Pasó con su madre, qué rara belleza,
qué rubios cabellos
de trigo garzul,
qué ritmo en el paso, qué innata realeza
de porte, qué
formas bajo el fino tul.
Pasó con su madre volvió la cabeza,
me clavó muy hondo su
mirada azul.
Quedé como en éxtasis con febril premura,
¡síguela!
Gritaron: cuerpo y alma a la par;
pero tuve miedo de amar con locura,
de
abrir mis heridas que suelen sangrar
y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos; la dejé pasar.
Amado Nervo.
Ingenua como el agua, diáfana
como el día, Cierta dulce y amable dignidad
le investía, |
más que toda princesa,
princesa parecía, Yo gocé el privilegio de
encontrarla en mi vida Cuánto. cuánto la quise, por
diez años fue mía, Amado Nervo. |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
(fragmento) ver obra completa | |
Es verdad; pues reprimamos
|
Sueña el rico en su riqueza
Pedro Calderón de la Barca
|
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
AUTO-EPIGRAMA
Ya me gradué de Patán
Y magnífico tribuno
De circo
de bataclán
Hoy quiero hacerla de tox
Y de
gallito de “porra”
Aunque traducido Fox
Del inglés
GUVI770818MJCTLS02
No esperes con tu golpe
furibundo, Y siempre aquí con arrogante
calma, Nunca al poder ni al oro me
arrodillo ¡Bien alma bien! Porque jamás
te humillas, Nací juguete de la vil fortuna
A la luz de brillantes
ilusiones Lloré por la esperanza asesinada
Y al fin cansado de mortal
quebranto, Sin fe, sin juventud, la despreciada
|
Ya no tengo sonrisa ni gemido
Hora tras hora solitario
pierdo, Pláceme abrir heridas mal
cerradas, También un tiempo ¡Ay de mí!
Lindo germen de ilusión En mi desencanto amé Amé a una mujer como ama Pero ¡Ay! de aquellas historias,
|
Porque mis sueños huyeron
Hoy en negra decepción,
De luz imposible mi cráneo era
foco, El alma la vida apenas
soporta, ¡Guay del que vegeta
con sueños despierto! Al cielo pregunto con
ansia indecible: Quien deja la vida de
luto y hastío El hombre, ese imbécil
gusano pequeño, ........................ Señor, de la duda
me asfixia el abismo, Antonio Plaza. |
Por ti, en las jaulas del
glorioso Hipólito pero tú en cambio con bondad
magnánima haces crecer mi corazón
inválido: Antonio Plaza. |
PAQUITO Cubierto de jiras,
Y un cielo impasible
«¡Qué bien que me
acuerdo! Y un cielo impasible
|
«Me acuesto en
rincones Y un cielo impasible
«Papá no me quiere.
Y un cielo impasible
| ||
«Buscando comida,
Y un cielo impasible
|
«Los otros muchachos
Y un cielo impasible
|
Desde la ventana de un
casucho viejo Baja la cabeza, sin
erguir el cuerpo, Un seminarista, entre
todos ellos,
Desde la ventana del
casucho viejo Pero no ve a todos: ve
solo a uno de ellos, |
|
Cuando en ella
fija sus ojos abiertos En una lluviosa mañana
de inverno Un seminarista sin duda
era el muerto; La niña angustiada
miraba el cortejo Corriendo los años,
pasó mucho tiempo... La labor suspende, los
mira, y al verlos Sola, vieja y triste,
aún guarda el recuerdo Miguel Ramos Carrión |
si conoces alguna poesía o tienes algún comentario, te agradeceré
me lo hagas llegar a mi correo: tomas@guitron.net
Hijos, si quieren amarme bien
pueden hacerlo, Ahora mis niños quisiera
orientarles, Entonces mis niños como gente
honrada Rudyard Kipling. Ésta es una versión
pluralizada |
--------------------------------------------------------------------------------
EL MOCOSUELO ¿Por qué lloras mocosuelo? ¿Qué pena causa tu llanto? ¿Por qué lloras niño tanto? -Porque me pegó mi abuelo.
|
-Cuando te dio ese castigo la falta sería muy grave. -No señor, si usted no sabe, cómo es de malo conmigo, desde que yo me levanto, y aunque se oponga mi abuela... él me despacha a la escuela, y ¡yo la aborrezco tanto! |
Ampliación:
Han sido muchas personas las que me han preguntado acerca de la poesía completa y la realidad es que así es como nos le enseñó mi mamá cuando niños, por lo que me he concretado a decir eso y que si alguien sabía de alguna manera la poesía completa habría de agradecerle el que me la hiciera saber para satisfacción propia y de los que se interesen en dicha poesía.
Ahora en junio de 2010; Raúl carbajal Aguilar atendiendo a dicha petición, tuvo la amabilidad de mandarme una versión completa, la cual, tengo a bien añadirla, para información de los que se interesen.
Me tomo la libertad de transcribir su amable misiva tal y como la recibí para la información y créditos correspondientes.
Sr Tomás Güitrón Betancourt:
Reciba un saludo desde Puebla.
Me comprometí a mandarle la poesía a la brevedad,
pero no contaba con el hecho de tener que verificar
su contenido y puntuación;
ya la tengo.
Sepa que esta poesía se la enseñó a mi padre, Maria Valderrama:
hija de su maestro, allá por 1941 en Tehuacán Puebla
en el Colegio JUSTO SIERRA del honorable profesor Manuel Balderrama Vargas.
Mi padre: Raul Carvajal Rodriguez, con el tiempo fue médico y profesor;
y en 6o grado, siendo
mi maestro, me la enseño a mí allá por de 1975; y hace
unos días me la recordó completa
y se la mandamos con gusto.
Raul Carvajal Aguilar
EL NIÑO Y EL MENDIGO
(Anónimo)
MENDIGO:
¿Por qué lloras mocosuelo?
¿Qué pena causa tu llanto?
¿Por qué lloras niño tanto?
NIÑO:
¡Porque me pegó mi abuelo!
MENDIGO:
Cuando te dio ese castigo
¿Sería la causa muy grave?
NIÑO:
No señor si usted no sabe
Cómo es de malo conmigo
Desde que yo me levanto
Y aunque se oponga mi abuela
Él me despacha a la escuela y yo la aborrezco tanto
MENDIGO:
¿Qué, no te gusta estudiar?
Aprender la geometría,
La historia, la geografía…
NIÑO:
¡No señor!
Lo que me gusta es jugar
Por eso llevo cargando
Mi pelota y mi canica
Mientras el maestro explica
Yo me divierto jugando.
MENDIGO:
¡Pasa el tiempo! ¡Ya se ve!
Y tú nunca sabrás nada!
NIÑO:
¡Sí, es la vida cansada
Eso del A, B y C…!
MENDIGO:
Desdichado no prosigas
Blasfemando de esa suerte
Más te valiera la muerte
Eso nunca jamás digas.
¿Ves mi triste situación?
Mendigando en la existencia
Es porque no amé la ciencia.
Porque huí de la instrucción
Como tú me divertía
Siempre en el aula jugando.
Y Ya ves hoy mendigando
Voy el pan de cada día.
NIÑO:
Me causa oíros tristeza
Siento miedo, por favor
¿Queréis decirme señor?
¿Es muy mala la pobreza?
MENDIGO:
Es horrible niño mío
Es no tener un hogar
Es llorar, siempre llorar
Es morir de hambre y de frío.
NIÑO
¡Jesús! Que horrible ha de ser
No tener ningún abrigo
Yo no quiero ser mendigo
Decidme ¿Qué debo hacer?
MENDIGO
Debes oh niño inocente
Atesorar instrucción
Formarte un buen corazón
Y ante todo ser prudente
Y al salir de la niñez
Con el alma bien formada
Al trabajo acostumbrada
De tu pan una tajada
Guarda para la vejez.
La loca del bequeló de Ramón de Santiago
En la enramada de un rancho viejo,
Nido de gauchos cerca del Yí,
Guitarra antigua, tierna cantaba – Más bien lloraba
La triste historia que escribo aquí:
- ¿Sabéis paisanos, por qué ando errante
Entre estos bosques de Bequeló?
Me llaman loca; pero es mentira:
Es que no tengo ya corazón...
Venid, paisanos, venid conmigo;
Diré mi historia junto al fogón.
¿Veis mis cabellos? Eran muy negros
Más que las alas del cuervo...más...
Están muy lacios...tan blancos...blancos...
Como las flores del arrayán.
¿Veis estos ojos? ¿No tienen vida?
Pues antes puros como el cristal,
Fueron dos luces que se encendieron
En una aurora del Uruguay.
Tristes mis labios son amarillos
Como corteza del butyhá;
¡Ay! Los tenía rojos y alegres
Como el penacho del cardenal.
Allá en la loma como un calvario
Veréis ruinas y un triste ombú;
Fueron mi cuna, fueron mi estancia,
Fueron mi nido verde y azul.
Cuando yo muera, clavad, paisanos,
Bajo aquel árbol mi humilde cruz;
Que allí murieron mis dichas todas;
Allí he perdido mi juventud.
Tenía un esposo que ardiente amaba
Y un hijo bello que era mi Dios.
¡Ah que contenta perdiera el cielo
Si yo pudiera ver a los dos!
Una mañana... !Maldita sea!
Cuando esta guerra se pronunció,
Mi esposo tierno me dio un abrazo,
Llorando mucho su hijo besó,
Pálido el rostro tomó su lanza,
Montó a caballo triste, y partió.
Aún me parece lo ven mis ojos
En lejanas lomas, haciendo ¡Adiós!
¡Ay! Mis paisanos, en ese día
Perdí un pedazo del corazón...
Pasaron meses, pasaron años,
Llorando siempre, siempre peor,
Cuando una tarde que al hijo amado
De mis entrañas contaba yo
Del pobre padre, que no volvía,
La ausencia larga, su último adiós,
Cruzando campos llegó un sargento,
De su caballo se desmontó,
Y al solo rayo de mi esperanza
Estas palabras le dirigió:
¿Ves esta lanza? Fue de tu padre;
Por la divisa bravo murió:
Tómala y vamos, no te demores,
Que en las cuchillas se duerme el sol.
Llorando mi hijo me dio un abrazo,
Montó a caballo triste, y partió.
¡Ay! Mis paisanos, en esa tarde
Quedó mi pecho sin corazón.
Ya van dos veces que las torcasas
Dulces arrullan en el sauzal,
Y los boyeros, cantando alegres,
Cuelgan sus nidos del ñandubay;
Pero no he visto más a mi hijo
Desde esa tarde negra y fatal.
Allá en la loma como un calvario
Veréis ruinas y un triste ombú:
Cuando yo muera, clavad paisanos,
Bajo aquel árbol mi humilde cruz.
Esta es la historia que una guitarra
De un rancho viejo triste lloró.
¡Ay! Cuántas locas habrá en mi patria
Como la loca del Bequeló.
Sabeis paisanos porque ando errante,
bajos estos bosques de Bequelon?
me llaman loca, pero es mentira
es que no tengo ya corazon.
Poema sugerido por "Mar"
11 de junio de 2017
121020 10:47